martes, 22 de febrero de 2011
viernes, 12 de febrero de 2010
miércoles, 25 de noviembre de 2009
No me nombres - Andrés Calamaro
Ahora que parece para siempre no dura tanto
que nunca, que toda la vida de repente es un rato,
digo, ahora igual que antes puedes para siempre, odiarme...
por un rato.
O puedes para toda la vida olvidar que también hubo alegría,
pero si prefieres quedarte con años que olvidaste, entonces...
voy a pedirte no me nombres, para siempre, no me nombres,
por ese rato que es toda la vida.
Lo mejor lo voy a seguir dando
te estoy cuidando,
para siempre de mi, de que no,
no me nombres por favor.
Puedes olvidarme para toda la vida,
olvidar que también hubo alegría.
Pero si prefieres quedarte con años que olvidaste
entonces voy a pedirte que no me nombres.
que nunca, que toda la vida de repente es un rato,
digo, ahora igual que antes puedes para siempre, odiarme...
por un rato.
O puedes para toda la vida olvidar que también hubo alegría,
pero si prefieres quedarte con años que olvidaste, entonces...
voy a pedirte no me nombres, para siempre, no me nombres,
por ese rato que es toda la vida.
Lo mejor lo voy a seguir dando
te estoy cuidando,
para siempre de mi, de que no,
no me nombres por favor.
Puedes olvidarme para toda la vida,
olvidar que también hubo alegría.
Pero si prefieres quedarte con años que olvidaste
entonces voy a pedirte que no me nombres.
Las canciones de Andrés Calamaro son muchas veces canciones ambiguas, en las que no entiendes nada si te propones leerlas según lo que dice. Utiliza más metaforas y calificaciones personales de lo normal en un arte público, y es que Andrés en realidad solo quiere que le entiendan quienes puedan hacerlo. Sus canciones tienen un mensaje global que puede ser una situación, una sensación o una historia. Son en definitiva perfectas descriptoras de la vida misma.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Ficción de amor
No puedo vivir después de ti, con todo lo que tú me supones. Pero claro, no puedo empezar por ahí si pretendo que me entiendas, antes tendría que explicarte que llamo yo con “todo lo que tú me supones”.
Contarme tus cosas, tus ilusiones, tu forma de labarte la cara, el perro que se te murió en tus brazos cuando tenías 6 años, es el principio de nuestra historia; en el que me das algo que me complementa a mi, tu confianza. Y esto fue solo la primera semana. Estoy seguro que no me enamoré de ti en ese tiempo. Me enamoré después al ver que eras mucho más de lo que se puede conocer de ti aunque se intente por todos los medios posibles, aunque te observe de lejos, aunque te ponga contra la pared y te interroge. No fui capaz de conocerte, y no entiendo aun por qué, solo soy capaz de predecirte a veces. Sigo diciendo, me enamoré cuando cai en la cuestión de que entenderte era entretenido, cuando acepté que eso sería todo. Cuando supe que podía enamorarme, que es real que existe ese maldito estado.
En las primeras semanas me lleno de ti sin darme cuenta. Me metes en tu habitación, esa jaula llena de estanterias con libros, deuvedeses, objetos varios… aunque pareciera aquella noche que eras estúpida y superficial. Y lo cierto es que puedes seguir pareciéndomelo si me olvido de lo buena que eres. Y de que lo importante para ti dejó de ser hace muchos años el saber cosas, si no el conocerlas dedicándote a ellas por un tiempo. Cuando ya pasa el interés, no eres capaz de acordarte de nada, pero supongo que abrás intentado que no fuera así alguna vez. En definitiva, lo único que te interesa es disfrutar todo lo que tienes cerca, lo que llega poco a poco. Acordarte después de lo que vivistes solo te sirve en ocasiones para hablar, y digo ocasiones, por que es sólo en ocasiones cuando hablas. El misterio más grande que te encierra es la razón por la que conmigo nunca fuiste tan callada e introvertida acerca de ti misma, como con el resto del universo que conoces.
Conmigo te abristes, y estoy seguro de que decidistes hacerme tuyo un día, a partir del cual te mostrastes como eres, teniendo la certeza de que me sentiría único en tu vida, y de que así podrías conquistarme. No entiendo como pudistes cambiar algo tan legítimo en ti, quizás ahí está la magia. Simplemente un día lo deseastes y no necesitastes ningún esfuerzo para llevarlo a cabo. Sí, seguro que fue así, por que tú no eres capaz de esforzarte por nada, simplemente sale bien, como bien dices.
Después del terremoto que provocastes en mi vida me centré excesivamente en saber quién eres y me olvidé de quién soy yo. ¡Qué paradoja! Después de estar 25 años siendo una persona concentrada en sus intereses y en su cículo; me salgo de todo siguiendo una luz blanca, que te ciega completamente, que brilla más cuando nota que tus pupilas se acostumbran a la potencia de la claridad. Por que esa luz es tan inteligente como tú quieras que dure su existencia. Hipnotizado por una llamada de sirena tan atractiva como las de las películas, me introduje en un lugar que desconocía, que ignoraba, que no aceptaté durante años de meditación y análisis. ¡Yo no podía enamorarme! Pero ahí estaba tu luz, y ahí se creaba mi camino. No tuve que darme cuenta de nada para andar hacia ella, y así en ese camino he estado tanto intenso tiempo. Hasta que ocurrió algo que se esperaba, una guerra nuclear mundial. Todo quedó arrasado y quien siguió viviendo en nuestra historia son tan solo los individuos capaces de vivir con pocas horas de luz, tan solo las del día, por la noche, se alumbran con velas. La electricidad se acabó, y con ella nuestra unión. ¿Cómo quieres que viva ahora sin todo lo que tú me supones?
Contarme tus cosas, tus ilusiones, tu forma de labarte la cara, el perro que se te murió en tus brazos cuando tenías 6 años, es el principio de nuestra historia; en el que me das algo que me complementa a mi, tu confianza. Y esto fue solo la primera semana. Estoy seguro que no me enamoré de ti en ese tiempo. Me enamoré después al ver que eras mucho más de lo que se puede conocer de ti aunque se intente por todos los medios posibles, aunque te observe de lejos, aunque te ponga contra la pared y te interroge. No fui capaz de conocerte, y no entiendo aun por qué, solo soy capaz de predecirte a veces. Sigo diciendo, me enamoré cuando cai en la cuestión de que entenderte era entretenido, cuando acepté que eso sería todo. Cuando supe que podía enamorarme, que es real que existe ese maldito estado.
En las primeras semanas me lleno de ti sin darme cuenta. Me metes en tu habitación, esa jaula llena de estanterias con libros, deuvedeses, objetos varios… aunque pareciera aquella noche que eras estúpida y superficial. Y lo cierto es que puedes seguir pareciéndomelo si me olvido de lo buena que eres. Y de que lo importante para ti dejó de ser hace muchos años el saber cosas, si no el conocerlas dedicándote a ellas por un tiempo. Cuando ya pasa el interés, no eres capaz de acordarte de nada, pero supongo que abrás intentado que no fuera así alguna vez. En definitiva, lo único que te interesa es disfrutar todo lo que tienes cerca, lo que llega poco a poco. Acordarte después de lo que vivistes solo te sirve en ocasiones para hablar, y digo ocasiones, por que es sólo en ocasiones cuando hablas. El misterio más grande que te encierra es la razón por la que conmigo nunca fuiste tan callada e introvertida acerca de ti misma, como con el resto del universo que conoces.
Conmigo te abristes, y estoy seguro de que decidistes hacerme tuyo un día, a partir del cual te mostrastes como eres, teniendo la certeza de que me sentiría único en tu vida, y de que así podrías conquistarme. No entiendo como pudistes cambiar algo tan legítimo en ti, quizás ahí está la magia. Simplemente un día lo deseastes y no necesitastes ningún esfuerzo para llevarlo a cabo. Sí, seguro que fue así, por que tú no eres capaz de esforzarte por nada, simplemente sale bien, como bien dices.
Después del terremoto que provocastes en mi vida me centré excesivamente en saber quién eres y me olvidé de quién soy yo. ¡Qué paradoja! Después de estar 25 años siendo una persona concentrada en sus intereses y en su cículo; me salgo de todo siguiendo una luz blanca, que te ciega completamente, que brilla más cuando nota que tus pupilas se acostumbran a la potencia de la claridad. Por que esa luz es tan inteligente como tú quieras que dure su existencia. Hipnotizado por una llamada de sirena tan atractiva como las de las películas, me introduje en un lugar que desconocía, que ignoraba, que no aceptaté durante años de meditación y análisis. ¡Yo no podía enamorarme! Pero ahí estaba tu luz, y ahí se creaba mi camino. No tuve que darme cuenta de nada para andar hacia ella, y así en ese camino he estado tanto intenso tiempo. Hasta que ocurrió algo que se esperaba, una guerra nuclear mundial. Todo quedó arrasado y quien siguió viviendo en nuestra historia son tan solo los individuos capaces de vivir con pocas horas de luz, tan solo las del día, por la noche, se alumbran con velas. La electricidad se acabó, y con ella nuestra unión. ¿Cómo quieres que viva ahora sin todo lo que tú me supones?
Comentario sobre la música y "los porros"
No hago apología, es un texto estúpido solo para que lo lean fumadores, o bien alguna madre que tenga dudas; ahí va sin ánimo de nada.
Primera idea:
Si clasificamos por un momento la música como un arte que se compone de sonido de instrumentos, voz (en ocasiones), y ritmo. Lo que percibimos por el oido, lo que podemos crear fisiologicamente y que percibimos a su vez, y por último, uno de los ordenes que aplicamos a esos elementos a los que somos sensibles.
Pues bien,
Una de las razones de que la música suela acompañar el consumo, es por que se trata de un arte que no requiere ningún movimiento de tu cuerpo para ser experimentado. La música es también un arte abstracto en su mayor parte, en el momento instrumental y si solemos escuchar música que no entendemos y que casi no asociamos a niguna idea o referente de la Realidad, aun más ininteligible. Podemos imaginarnos sus mensajes pero si se trata de que se desconoce el inglés, no se entiende de qué trata la letra; la voz se vuelve un instrumento musical abstrato.
Por lo demás, el sonido de los instrumentos y las melodías los ritmos.. pueden sugerirnos, pero para interpretar lo que escuchas tienes que aplicar tu subjetividad y crear en tu mente la historia que te cuenta, el mensaje que se emite. Por otro lado la música se puede disfrutar de manera formal, sin más busqueda semántica, solo epicúrea. Es una experiencia absolutamente abstrata, como las sensaciones y el estado que te producen los porros; ahí se encuentra otra posible razón de la combinación usual de los porros y música. Son ambas cosas las dos, puertas abiertas hacia la libertad personal creativa.
Fuma, escucha y siente.
Primera idea:
Si clasificamos por un momento la música como un arte que se compone de sonido de instrumentos, voz (en ocasiones), y ritmo. Lo que percibimos por el oido, lo que podemos crear fisiologicamente y que percibimos a su vez, y por último, uno de los ordenes que aplicamos a esos elementos a los que somos sensibles.
Pues bien,
Una de las razones de que la música suela acompañar el consumo, es por que se trata de un arte que no requiere ningún movimiento de tu cuerpo para ser experimentado. La música es también un arte abstracto en su mayor parte, en el momento instrumental y si solemos escuchar música que no entendemos y que casi no asociamos a niguna idea o referente de la Realidad, aun más ininteligible. Podemos imaginarnos sus mensajes pero si se trata de que se desconoce el inglés, no se entiende de qué trata la letra; la voz se vuelve un instrumento musical abstrato.
Por lo demás, el sonido de los instrumentos y las melodías los ritmos.. pueden sugerirnos, pero para interpretar lo que escuchas tienes que aplicar tu subjetividad y crear en tu mente la historia que te cuenta, el mensaje que se emite. Por otro lado la música se puede disfrutar de manera formal, sin más busqueda semántica, solo epicúrea. Es una experiencia absolutamente abstrata, como las sensaciones y el estado que te producen los porros; ahí se encuentra otra posible razón de la combinación usual de los porros y música. Son ambas cosas las dos, puertas abiertas hacia la libertad personal creativa.
Fuma, escucha y siente.
lunes, 29 de junio de 2009
martes, 24 de febrero de 2009
Hierro 3
Algo más que un palo de golf... de Kim Ki Duk.
Si has visto la película, sigue leyendo y comentémosla, si no la has visto y siges leyendo, puede que te desvele algunas cosas, pero no suficientes para estropeartela.
Varias veces a lo largo de la película el protagonista ata una pelota de golf con una cuerda alrededor de un árbol de modo que pueda darle con un palo de golf sin que la pelota salga disparada. Cuando la golpea lo que ocurre es que da vueltas al tronco del árbol. Él, de todas maneras, se queda oteando el horizonte. Esta acción, que el protagonista realiza como entretenimiento, puede significar impotencia, incapacidad o bien estoicismo. Es una metáfora clara que resume un sentimiento que los protagonistas sienten a lo largo de toda la película y que tiene que ver también con el acomodamiento a esos límites, hasta considerarlos familiares.
Contando con esos límites siempre se le puede dar la vuelta a la situación... y adaptarte a ellos realmente, ahí se puede sacar partido.
El protagonista juega con su tiro imaginario por que no dispone de un campo de golf auténtico, y confía, por otra parte, en que la pelota nunca llegará a despegar por que está atada, hasta que por accidente en uno de los golpes la cuerda se rompe. La pelota sale disparada, choca contra la luneta de un coche en marcha y deja mal herida a una mujer. En ese momento los límites se convierten en algo que protegía, en algo positivo.
Otro recurso metafórico de la película es que los protagonistas no hablen, eso remarca su diferencia con el resto de los personajes que intervienen en la acción. Es una de las formas con las que se expresa que los protagonistas necesitan muy poco para comunicar lo que desean, o lo que es lo mismo, necesitan muy poco para satisfacer cualquier necesidad.
Esa capacidad de sobrevivir felizmente con lo mínimo, con mucho menos que los demás e incluso, con lo que les sobra a los demás, es algo bello.
Un tercer recurso que me llamó la atención es la capacidad que adopta el protagonista de esconderse en los 180 grados que el ojo humano no ve. Esta invisibilidad y las escenas en las que se lleva a cabo (se esconde del agresivo marido de la protagonista pero ella le ve continuamente) es una metáfora clara de las ilusiones y los deseos que nos ponemos como meta y por los que nos movemos, pues el comportamiento del protagonista provoca la alegría y el regocijo de ella, la cual llevaba mucho tiempo estando completamente incomunicada de su marido. Sin esas ilusiones, engañosas o no, se entiende que no se sale de la dinámica negativa que aveces puede tener la realidad sin remedio, por lo que hay que buscar en la imaginación el estadio en el que nos sentimos felices. Ella encuentra esa compañía que necesita.
Buscar en la imaginación aquello que nos conmueve, aquello que nos activa, que nos ilusiona... también es bello, aunque quizás es cobarde y caduco.
Pero sin dudarlo me quedo con los sueños y la imaginación como herramienta que adereza nuestra realidad, por que no tiene por qué ser más que aquello que nos ayuda a tener fuerzas para convertirla en aquello que nos imaginamos; nuestra fantasía no deja de ser un bello intento por mejorar.
Si has visto la película, sigue leyendo y comentémosla, si no la has visto y siges leyendo, puede que te desvele algunas cosas, pero no suficientes para estropeartela.
Varias veces a lo largo de la película el protagonista ata una pelota de golf con una cuerda alrededor de un árbol de modo que pueda darle con un palo de golf sin que la pelota salga disparada. Cuando la golpea lo que ocurre es que da vueltas al tronco del árbol. Él, de todas maneras, se queda oteando el horizonte. Esta acción, que el protagonista realiza como entretenimiento, puede significar impotencia, incapacidad o bien estoicismo. Es una metáfora clara que resume un sentimiento que los protagonistas sienten a lo largo de toda la película y que tiene que ver también con el acomodamiento a esos límites, hasta considerarlos familiares.
Contando con esos límites siempre se le puede dar la vuelta a la situación... y adaptarte a ellos realmente, ahí se puede sacar partido.
El protagonista juega con su tiro imaginario por que no dispone de un campo de golf auténtico, y confía, por otra parte, en que la pelota nunca llegará a despegar por que está atada, hasta que por accidente en uno de los golpes la cuerda se rompe. La pelota sale disparada, choca contra la luneta de un coche en marcha y deja mal herida a una mujer. En ese momento los límites se convierten en algo que protegía, en algo positivo.
Otro recurso metafórico de la película es que los protagonistas no hablen, eso remarca su diferencia con el resto de los personajes que intervienen en la acción. Es una de las formas con las que se expresa que los protagonistas necesitan muy poco para comunicar lo que desean, o lo que es lo mismo, necesitan muy poco para satisfacer cualquier necesidad.
Esa capacidad de sobrevivir felizmente con lo mínimo, con mucho menos que los demás e incluso, con lo que les sobra a los demás, es algo bello.
Un tercer recurso que me llamó la atención es la capacidad que adopta el protagonista de esconderse en los 180 grados que el ojo humano no ve. Esta invisibilidad y las escenas en las que se lleva a cabo (se esconde del agresivo marido de la protagonista pero ella le ve continuamente) es una metáfora clara de las ilusiones y los deseos que nos ponemos como meta y por los que nos movemos, pues el comportamiento del protagonista provoca la alegría y el regocijo de ella, la cual llevaba mucho tiempo estando completamente incomunicada de su marido. Sin esas ilusiones, engañosas o no, se entiende que no se sale de la dinámica negativa que aveces puede tener la realidad sin remedio, por lo que hay que buscar en la imaginación el estadio en el que nos sentimos felices. Ella encuentra esa compañía que necesita.
Buscar en la imaginación aquello que nos conmueve, aquello que nos activa, que nos ilusiona... también es bello, aunque quizás es cobarde y caduco.
Pero sin dudarlo me quedo con los sueños y la imaginación como herramienta que adereza nuestra realidad, por que no tiene por qué ser más que aquello que nos ayuda a tener fuerzas para convertirla en aquello que nos imaginamos; nuestra fantasía no deja de ser un bello intento por mejorar.
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